Mientras nos dirigíamos a la que siguiente subida, por mi mente se pasaron muchos pensamientos, pero no preocuparse; pronto quedaron congelados por el frío intenso, fue entonces cuando no solo agradecí sobremanera los consejos de mis amigas ( como ? que no vas a llevarte un polar al viaje, que no vas a llevar guantes? no no eso no puede ser, rapidito a comprarlos) si no que además pase algo de frío, esta subida era muy peligrosa, pero dios como te sientes mientras luchas contra viento y mas viento, frío y piedras que al estar sueltas no te dan el apoyo suficiente, y poco a poco vez como asciendes.....Adelantas a unos, esquivas a otros, y todos con la misma cara, jajaj...no estoy sólo ( es un gran consuelo creéme), todo iba bien hasta que en una de las ocasiones en las que me parada a hacer fotos ( y a recuperar el aliento, no veas la de fotos que hice), veo que cristina se ha puesto el gorro de lana merina ( hay fotos) y ella que rato antes tenia un rostro que algunos calificarían de compungido, paso por un instante a ser la persona mas feliz y calentita, pero pronto volvería a su estado basal , pues la subida iba a ser lenta y dura muy dura....
No se cuanto tiempo tardamos en subir, pero puedo asegurar que mucho, pero el paisaje te iba llenando poco a poco, y sintiendo un gran respeto por ti mismo, tus desconocidos compañeros de viaje , y Frodo Bolson que años antes casi daría su vida por destruir al anillo...Una vez conquistamos aquella cumbre, y hay imágenes de eso también, un hermoso cartel nos indicaba que debíamos continuar, pero ya se avistaba algo interesante , el cráter rojo ( lo vi hermoso, con contrastes en su quietud), y tras una nueva subida y volver gloriosamente a coronar la última cumbre, lo vimos, el paisaje ( y hacia un frío, una humedad, que era un desatino. Deciros que el día era expectacular, casi sin nubes y con un sol que hacia brillar las piedrecitas volcánicas), un hermoso lago azul, un azul llamativo, no podías dejar de mirarlo, era profundo, distante pero cercano a la vez, es ese momento en el que admiras una cosa tan bella que deseas de forma egoísta que tu eres el único capaz de apreciarlo en todo su plenitud...como me enrrollo....
Pero había más, tras comenzar el descenso por la cara de la montaña se divisaban los lagos verdes, uno verde pálido, pero con diferentes tonos, otro de un verde esmeralda...en esa bajada creo que se hicieron mas fotos por minuto que en todo el viaje, aun tengo aquella sensación de momento feliz, una mezcla entre objetivo conseguido y el descubrimiento de gran explorador....mientras bajabamos arrastrasdos por la misma tierra que momentos antes jugaba en nuestra contra en el otro lado de la montaña, esta era como deslizarse.....
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